jueves, 28 de julio de 2011

Sobre el crecimiento ecónomico

Un pesimista es un imbécil antipático y un optimista, un imbécil simpático porque ninguno de los dos sabe lo que va a pasar
-- Bertrand Russell (1872-1970)

Ciertamente, la creencia de un crecimiento ilimitado dada una determinada situación tecno-económica es falsa. Pero, así como antiguamente el petróleo era visto como algo ponzoñoso y desagradable hasta descubrirse su utilidad carburante; así también pudiera ser que lo que ahora vemos como deshecho y basura, al cabo, se convierta en un recurso energético más y las posibilidades de crecimiento hayan de recalcularse otra vez.

Similar a la cuestión de la esperanza de vida media: ¿quién sabe qué pasará hasta, pongamos, 2030, como para saber si entonces no tendremos que recalcular -gracias un milagroso descubrimiento médico, por culpa de un funesto virus mortífero- nuestra esperanza de vida desde ahora prevista?

Consecuentemente, no deberíamos hablar de crecimiento económico ilimitado, es cierto, aunque sí podríamos, más bien deberíamos hablar de, crecimiento desconocido.

Y esto no es ver el vaso ni medio lleno ni medio vacío. Esto es no poder vaso alguno y -lo que tal vez es más importante- no creer a quien nos afirme verlo.

2 comentarios:

José Luis Ferreira dijo...

Tal vez te interese esto:

http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2010/02/los-enganosos-limites-del-crecimiento.html

Héctor Meda dijo...

Muy cierta la entrada que linkas, Ferreira, muy en la línea de lo que venía a decir.